Los Preceptos de Damian

En todos los niveles de nuestra vasta sociedad existe un conjunto de metas que une a todas las facciones frente a un objetivo común. El sistema de protocolos más importantes dentro de la Tecnocracia es un conjunto de seis órdenes conocidas como Los Preceptos de Damián. Los Tecnócratas establecieron este documento a finales del siglo XIX cuando la Unión, evolucionó desde el estado de sociedad secreta Iluminada hasta ser una conspiración de la elite tecnológica. Desde las más austeras reuniones del Círculo Interior hasta los altercados más insignificantes de los Pisos Francos del Frente, los Tecnócratas los invocan con regularidad.

Como cualquier otro núcleo de principios, los Preceptos de Damián son víctimas de constantes abusos. No importa cual sea la "visión global" o el "paradigma dominante" que puedan exponer los líderes, aquellos que trabajan por debajo de este escalafón suelen dividir estos dictámenes en pequeños paquetes de ética situacional.

Artículo 1. Trae inmovilidad y orden al universo. Lo previsible conlleva lo seguro. Una vez que todo se descubra y todo se conozca, se alcanzará la Unidad.

Artículo 2. Convence a las Masas de la benevolencia de la ciencia, el comercio y la política, y del poder de la racionalidad. Los conflictos y el sufrimiento serán eliminados en nuestra Utopía.

Artículo 3. Defiende la Celosía y el Horizonte. Los individuos caóticos que abren puertas impunemente amenazan la estabilidad de nuestro mundo. Los portales incontrolados también permiten la entrada a nuestro mundo de fuerzas exteriores como los Nefandos. Esto nunca debe suceder.

Artículo 4. Defiende la naturaleza del universo. El conocimiento debe ser absoluto; de lo contrario, el caos lo envolverá todo. Las fuerzas elementales del universo no deben depender de los caprichos de lo desconocido.

Artículo 5. Destruye a los Subversores de la Realidad. Su temeridad amenaza nuestra seguridad y nuestro progreso hacia la Unidad.

Artículo 6. Pastorea a las Masas. Protégelas de sí mismas y de los demás.